En el año de 1350 aproximadamente se asentó en estas tierras mexicanas la cultura de Xochimilco, que en Náhuatl significa sementera de flores. Esta zona era caracterizada por sus lagunas y riqueza hídrica; por lo que se aprovechó para el cultivo en un tipo de balsa flotante llamadas chinampas, las cuales eran cubiertas con tierra para ganar terreno y beneficiarse de las características del suelo y agua a la vez.
Adicionalmente, estos canales fueron la ruta de un medio de transporte llamado trajineras, que con la conquista de los españoles tomó más fuerza, por lo que con el tiempo se fue perfeccionando el servicio; las balsas eran decoradas con arcos de flores, ramas de ahuejote y amarrados con tule, le adecuaron techo para cubrir a los pasajeros del sol o la lluvia y después les pusieron sillas para que se pudiera disfrutar del paisaje mientras se viajaba. Finalmente, le asignaron nombres a las trajineras, con el fin de cortejar alguna mujer o para festejar.
En 1910 se empezó a ver como oportunidad turística, por lo que se construyeron los embarcaderos, se reforestó el bosque con plantas nativas y empezaron a organizar un plan turístico que incluyera el recorrido con diferentes atractivos.
En el 2019, en uno de los tantos embarcaderos, estaba yo esperando a que el trajinero llegara en su colorida balsa a recogerme.
Era temporada baja, así que había pocas personas, lo cual era perfecto para poder disfrutar del paisaje, del lugar, para comer con tranquilidad y para tener un mejor precio por el paseo. La capacidad de las traineras es de 18 personas máximo, en este caso sería una trajinera solo para 2.
En el embarcadero se encontraban parqueadas todas las trajineras y llenaban el espacio con su colorido, flores y diseños que hacían que cada una aunque parecidas, tuviera su propio estilo.
Ya estaba lista para subir a la trajinera y al girarme encontré un puesto de venta de cerveza Tecate. En México se acostumbra el uso del chile en casi todo y la cerveza no era la excepción. La parte de arriba de los vasos la cubren con goma de azúcar, después pasan el vaso por un recipiente con chile rojo en polvo que se adhiere a la goma y finalmente agregan la cerveza y limón; una mezcla de sabores perfecta para acompañar este recorrido.
El trajinero lleva una vara de madera muy larga con la que se impulsa para salir del embarcadero hasta una zona descongestionada y más profunda; allí empieza el paseo.
El cruce de trajineras es constante y cada una tiene un mundo diferente en sí, algunas llevan parejas, otras familias que comparten comida casera en el trayecto, otros enfiestados con banda de música norteña o mariachis que se contratan al momento de tomar el servicio, otras balsas con extranjeros y algunos famosos, como nos pasó a nosotros que en una conversación entre los dos conductores de las trajineras, las unieron y terminamos los pasajeros también conversando, así que pasaron a nuestra balsa a saludarnos, pero no teníamos idea de quienes eran. De un momento a otro, las demás trajineras empezaron a llegar a la nuestra y todas las jovencitas a gritar emocionadas y la gente a pasarse a nuestra balsa que inicialmente era para 2 y ahora estaba completamente llena de personas que querían tomarse fotos con unos youtubers que andaban de gira en México. Terminamos siendo parte de la historia de 2 famosos, como dice el Chavo, personaje mexicano sin querer queriendo.
Continuamos con nuestro recorrido haciendo estaciones en otras balsas para comer productos típicos como elotes que es la mazorca cocinada con chiles, a la cual se le agrega mayonesa, chile en polvo y queso rallado. Una delicia de preparación que a partir de ese momento incluí en mi lista de comidas preferidas, así que si en el recorrido se antoja de comer o tomar algo solo hay que indicarle al trajinero quien lo guiará hasta la balsa que los vende.
Las opciones de tours varían de acuerdo al tiempo y lugares por visitar; esta el plan libre para que usted mismo lo pueda armar, el plan ecológico en el que se incluye visita a la Laguna de Caltongo y la Laguna de Xaltocán, conocer una especie animal endémica de Xochimilco, visitar el museo biológico e interactuar con serpientes, tarántulas y otras especies de la zona o el invernadero de plantas tradicionales de la zona; también el plan básico con un recorrido por los canales y el plan a isla muñecas que es uno de los más conocidos, una inquietante chinampa habitada por muñecas que se volvió tradición desde 1950 y que al cruzar por ella genera escalofrió por el contraste del colorido de flores alrededor y lo lúgubre que se vuelve la zona en esta isla en la que en cada rincón hay muñecas viejas colgando. La historia dice que era con el fin de espantar las almas perdidas. Hoy en día los visitantes llevan muñecas para dejarlas en esta isla con sus deseos.
Aunque yo no llevé muñeca, si deje allí mi deseo de volver. Aquí se reúnen las tradiciones mexicanas y el encanto de su gente que converge con las diferentes culturas de los visitantes. Esta es definitivamente una aventura imperdible para quienes disfrutamos de la inmersión en la cultura al viajar.
Un comentario
Esa mezcla de la cerveza y esa mazorca con chile en polvo suenan muy interesante. Un abrazo.