Jaipur es la capital del estado de Rajastán en la India. Un lugar muy especial ya que la mayor parte de sus construcciones del casco atiguo fueron decoradas con estuco rosado salmón para imitar la arenisca y teniendo en cuenta que el rosado para los indios es el color de la suerte. Hoy en día esta parte antigua contrasta con las construcciones modernas que hay a su alrededor, dándole un toque de elegancia e historia.
Jaipur no solo impacta por su arquitectura; aquí les dejo el top 5 de lugares imperdibles que definitivamente se deben visitar :
- El Hawa Mahal: Un palacio que fue construido en 1799 por el marajá Sawai Pratap Singh. Servía como extensión de la zenana o cámara de las mujeres destinadas al harén y a través de sus ventanillas decoradas podian ver lo que pasaba en la calle, sin que nadie la viera desde afuera.
- Fuerte de Amer: A 11 km de Jaipur se encuentra el maravilloso Fuerte de Amer, ubicado sobre una colina que permite una gran vista al lago maotha. En su construcción se fusionan estilos hindúes y musulmanes.
- El palacio de la ciudad: Aún habitado por la familia real
- Jal Mahal: un palacio ubicado en el centro de un lago
- Observatorio Jantar Mantar: Construido por Jai Singh en 1728 y donde se sorprenderá de cómo en esa época eran tan visionarios y exactos en la astronomía.
Viajar a India ha sido todo un aprendizaje. Aprendí a despertar todos mis sentidos y a dejarlos atentos para absorberlo todo, porque ese todo era tan diferente y nuevo para mi que no quería que se me escapara nada. Aprendí a disfrutar el comer con la mano, sin guantes, sin cubiertos y a recibir el primer bocado de la mano de quien invitaba a la cena porque asi me hacia parte de su familia, asi que también aprendí a cocinar la comida típica para ellos y que siempre al despertar, lo primero que debia hacer era compratir el Tea chai caliente, todos reunidos para iniciar el dia juntos; asi como sin pensarlo nos encontramos hoy con usted para terminar este breve recorrido por un país increible y lleno de color.
El tiempo pasa volando y así como se pasa el tiempo también se pasa la vida y cuando menos pensamos, tendremos 90 años o tal vez ya no estemos aquí; por eso si tiene espíritu de ave extienda sus alas y vuele o si se sientes de tierra extienda sus raíces y llege con ellas hasta donde nunca imaginó llegar.
Namasté.