Si. Algún día volveré. Así terminé el reportaje sobre Tumaco en el que les recomendaba visitarlo en febrero, época del carnaval del fuego. Así como las olas regresan al mar, asi mismo mi corazón vuelve a esta tierra rodeada de arena, agua y por 5 dias llena de carnaval.
Llegamos por tierra a Tumaco pese a las noticias que se escuchaban de la zona. Pasamos por algunas poblaciones pequeñas en las que ya se vivían los preparativos para las fiestas. Avanzábamos a una velocidad lenta mientras el tumaqueño buscaba en todos sus bolsillos monedas y billetes. «De aquí en adelante nos van a parar mucho, asi que necesitamos suelto», me dijo. No pude evitar asustarme un poco y al levantar la mirada, justo en frente, pude ver unas cuantas personas a cada lado de la carretera con un lazo que obstaculizaba el paso. Era la primera parada.
El tumaqueño detuvo el carro, bajó la ventanilla e inmediatamente se nos acercó una hermosa señorita afrodecendiente, con sus trenzas largas y con una alcancía metálica en sus manos. Soy la reina del Tangarial, nos dijo mientras sonreía. Me sentí aliviada al saber que estas paradas eran por el carnaval. Estás muy linda, le grité desde el otro lado mientras el tumaqueño me explicaba que así recogian dinero para pagar sus vestidos, comprar lo necesario para sus desfiles y concursar en el reindado del carnaval.
Así dimos inicio a una de las fiestas más importantes del pacífico colombiano en el que todos los años, 40 dias antes de semana santa, se prende el municipio de Tumaco con desfiles, bailes, fiestas, conciertos, marimba, presentaciones de artistas nacionales y culturales, cantos tradicionales y las carrozas decoradas que llevan su colorido por mar y tierra.
Uno de los desfiles más esperados es el náutico, en el que el mar se inunda de lanchas. Unas embarcaciones llevan a las reinas y otras van con toda la gente que entre tambores y música acompañan a sus representantes, mientras aprovechan del recorrido para bailar y hacer la fiesta del agua, lanzándose entre unos y otros baldados de agua salada, hasta llegar al puente del morro, donde el resto de la gente está esperandolos para ver todo el espectáculo. Este desfile es un plan imperdible. Asi que ahí estabamos nosotros, montados en una lancha rumbo al punto de encuentro de las reinas para vivirlo de cerca.
Un sol picante de medio dia nos acompañaba. Al bordear el municipio de Tumaco, podíamos ver las construcciones palafíticas de 2 y hasta 3 niveles sin espacio para una persona más. Era evidente que todos querían ver el desfile, así que estos lugares eran la ubicación perfecta para verlo de cerca.
Mientras tanto en las calles, grupos de jóvenes y niños pasaban corriendo, jugando con las “cariocas” spry llenos de espuma para combatir entre ellos y cualquier persona que se atravesaba en el camino era el blanco perfecto para llenarle de espuma y después seguían corriendo sin poder aguantar la risa.
Tanta alegría se me hizo contagiante, así que me di el lujo de guardar las cámaras y armé mi propia pandilla con los vecinos: Una niña de 6 años y un niño de tal vez 3 años a quienes armé con cariocas. Nos escondimos detrás del carro y una vez salió el tumaqueño grité la señal: ¡A la carga! y nosotros, los 3 niños, disparamos espuma hasta dejarlo blanco por todos lados para luego salir corriendo por la calle. Ahora si estoy viviendo el carnaval, pensé emocionada; en familia, entre juegos y alegría. Esta es una época de reconciliación en el que el único conflicto armado es cuando se acaba la espuma de la carioca.
Aunque el carnaval por tradición lleva muchos años, se le dio aún más valor al tener la necesidad de adquirir una máquina extintora para el cuerpo de bomberos, así que se propuso que la reina que más dinero recaudara para esta causa sería coronada como la reina del fuego y quien ocupara el segundo lugar seria coronada como la reina del carnaval. Un propósito que tuvo su logro y que además quedó marcado en el corazón no solo de los que nacieron en esta tierra, sino también de quienes la visitamos.
Ahora mi propósito es encender esa chispa en ustedes para que visiten el pacífico colombiano y como yo aviven ese fuego de pasión por nuestro país.
Datos importantes:
Vuelos directos desde Cali y Bogotá con Satena y Avianca
Agradecimiento especial a Buenavida films y Play Tumaco