Los buses escaleras o chivas como son llamados en los pueblos, son uno de los símbolos de Colombia y aunque también se encuentran en otros países, como Venezuela y Ecuador, cada una de estas es una obra de arte que cuenta una historia con sus pinturas.
La primera escalera circuló en la ciudad de Medellín en 1908, donde se hizo la adaptación de un chasis importado, para que prestara la función de transporte de los campesinos. Inicialmente el techo era de lona y más adelante le adaptaron una estructura parrilla o “capacete” como es llamado actualmente, para transportar allí las maletas, animales y productos del campo.
Así como los inicios en Colombia fueron en Medellín, allí mismo fueron los inicios para el “Zarco”, un hombre nacido en esta ciudad y que hoy en día continúa decorando a mano estos vehículos, uno a uno.
El Zarco, como es conocido, inició trabajando de la mano de sus maestros hoy ya fallecidos: Tarzán y la Gallina. “Es que a nosotros no nos gusta que nos llamen por el nombre, todos nos conocen es por el seudónimo; así como los artistas de las canciones” dice el Zarco.
Ambos maestros ya dominaban el arte de la decoración y también fabricaban las escaleras, así que le dieron la oportunidad al Zarco de trabajar en la construcción de estas. Con el tiempo pasó a la pintura con brocha y finalmente al decorado. “Aprendí de los mejores y me tocó duro, pero no era un sacrificio porque siempre he estado enamorado de lo que hago” explica el Zarco. Con la continua práctica se fue puliendo hasta que un día su maestro le confirmó que a partir de esa fecha sería su socio; “esa fue mi graduación” cuenta mientras se ríe.
Hace 26 años el Zarco llegó a Pensilvania, Caldas, donde se dedica a la decoración de las escaleras. En este pueblo mágico aún se mantiene viva esta tradición y es el medio de transporte más usado para llegar a las veredas y corregimientos del oriente de Caldas; así día a día el Zarco dedica su tiempo para hacer de estos vehículos unas verdaderas obras de arte con sus motivos abstractos y coloridos; “porque deben ser diseños llamativos y que impacten. “Yo los veo en el taller y los veo normal, pero cuando salen es que se ven muy llamativos” comenta.
La decoración de una escalera le toma 23 días seguidos hasta terminarla y es importante bautizarla, así que el dueño escoge el nombre o algunos le permiten que él mismo lo escoja; así será reconocida en todo el pueblo y que no se olvide lo más importante ponerle en el frente donde nació: Pensilvania.
“No tuve la culpa de enamorarme de este pueblo, la verdad es que me atrapó que Pensilvania es muy cultural, aquí valoran mucho el arte y todo lo que tiene que ver con la cultura” así cierra su historia el Zarco quien tiene toda la razón, este pueblo captura con su encanto, su amor por la cultura y el arte.
Esta tradición quedará en él; ya que los jóvenes no se interesan en aprender esta técnica porque hay otras prioridades y parten del pueblo en búsqueda de dinero o para realizar sus estudios en la ciudad. Sin embargo, al ver transitar estos carros llenos de gente por las calles y carreteras de Caldas, escuchar sus fuertes pitos y la música que dejan a su paso, solo queda una sensación de orgullo por personas como el Zarco, quien vivirá eternamente en cada una de sus obras.
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@Bihigueraviajera
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Te felicito Bibi espectacular todo lo que públicas y este artículo está genial
Un abrazo fuerte
Hola Bibiana, un abrazo de tu amigo @alejotamayo1 de @viajerosdelcafe para felicitarte por todo tu material, en el cual se nota, pasión , amor y en especial ese gran sentido del disfrute. Bendiciones y seguimos por este camino digital el cual nos ha de cruzar muy pronto en un blog tuyo y un video mío!!
Besos Alejo.